viernes, 27 de mayo de 2016

Drag Queens

Dennis 'Stormin' Norman, supercharged twice Triumph 650cc, foto: Roger Philips

Si la prueba reina del atletismo son los cien metros lisos, sin obstáculos ni curvas, y donde la velocidad es la única protagonista, el pique superior en el mundo del motociclismo debería ser el cuarto de milla flat-out. Ya desde los orígenes de los piques, nada más inventarse la segunda moto ya se organizó el primero, las mentes más calenturientas se pusieron a desarrollar tremendos prototipos con los que cruzar primero la meta. En las competiciones donde la velocidad pura es la única protagonista y donde no hay límites, cualquier mejora, multimotores, turbos, gas nitro, neumáticos sobredimensionados, es bienvenida para que cuando le demos al mango la moto nos catapulte sin compasión. 

Las carreras de dragsters empezaron a popularizarse en Estados Unidos en los años cincuenta y una década más tarde desembarcaron a lo grande en Gran Bretaña, terreno más que abonado para recibir con entusiasmo cualquier evento relacionado con la competición sobre dos ruedas y con numerosos aeródromos dispuestos a ceder sus largas pistas de aterrizaje. Aunque las primeras carreras de velocidad pura hay que buscarlas en la ciudad costera inglesa de Brighton a principios del siglo pasado y en su Speed Trial. Para celebrar estas carreras tuvieron que asfaltar expresamente una franja del paseo marítimo. A la derecha una Brough Superior en Brighton a mediados de los años treinta, la gran dominadora de esta prueba hasta la irrupción de Suzuki, hoy la moto a batir es la Hayabusa Turbo. La época dorada de las pruebas de dragster inglesas fueron los años 60 y 70. 

Las competiciones de drags eran puramente amateur, las marcas no querían implicarse en una aventura que a la larga le iba a reportar poca publicidad y muchos costes, y los pilotos tuvieron que echar mano de un ingenio sin precedentes para lograr batir el crono. Precisamente ese ingenio fue el que a la postre acabó desinflando la competición, a mayor ingenio mayores recursos, y con estos los costes se incrementaron tanto que fue inviable mantener el nivel de competición. Las fotos que acompaña esta entrada son de aquella época y pertenecen a los fotógrafos Roger Philips y Alan Holland, los encontramos en The Acceleration Archive, una de las webs más especializadas en el mundo del dragster. Curiosas son también las fotos de los participantes con puras motos de calle, todo el mundo era bienvenido, aunque sin duda las verdaderas protagonistas eran los prototipos supervitaminados. Era casi una obligación bautizar a esas bestias únicas y de ahí surgieron nombres tan sugerentes como Quasimodo, Penetration, Shotgun, Pegasus Panther , Cyclops o War Bird. Nombres de guerra para dar mucha más guerra.  

Norman Hyde, Triumph triple engine, foto: Roger Philips

Vincent 1000cc supercharged, single gear, foto: Roger Philips

Mick Butler, Norton twin 500cc, foto: Roger Philips

Kawasaki H1 500cc, foto: Roger Philips

David Hardy, Norvin, Norton featherbed Vincent V-Twin 1000cc, foto: Roger Philips

John Bridges, Triumph, foto: Roger Philips 

Danny Johnson, single Harley Davidson Ironhead, foto: Roger Philips

Stu Bentley, twice 650cc Triumph, foto: Alan Holland

Mick Butler burning out, 500cc Norton, foto: Alan Holland

R. Carter, 875cc Hillman Imp, foto: Alan Holland

Dennis 'Stormin' Norman, supercharged twice Triumph 650cc, foto: Alan Holland


Norman Hyde, 741cc Triumph Roadrunner III, foto: Alan Holland

Jim Brown, 1260cc JAP, foto: Alan Holland

Phiñ Eeles, twice Triumph 650cc, foto: Alan Holland

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...